Blog de Prevención en la Piscina

Tomar un café, contestar un correo, o atender una llamada. Dos minutos de descuido pueden provocar una tragedia. Según los expertos, en una profundidad de 20 centímetros un niño tarda 120 segundos en ahogarse.

Los riesgos de las piscinas afectan sobre todo a los más pequeños. Una de cada tres personas hospitalizadas por ahogamiento es menor de 14 años, y en muchos países los ahogamientos son parte de las 3 principales causas de muerte por lesiones no intencionales.

El verano hace de las piscinas unos de los lugares más frecuentados. En Argentina existen más de medio millón de piletas familiares residenciales. En 2018 hubo casi un centenar de niños fallecidos en nuestro país.

Medidas de Seguridad
El papel esencial lo tienen los adultos, ya que ninguna de estas medidas suple la vigilancia activa de los más pequeños. En el decálogo para padres, se recuerdan medidas como familiarizar a los niños con el agua desde una edad temprana, no dejarles nunca solos durante el baño, acudir a personas capacitadas ante emergencias o enseñar a los niños buenas conductas como no tirarse de cabeza en lugares poco profundos.

Cercos para Piletas. Rol del Adulto
Un adulto debe observar activamente a los niños en todo momento cuando están en una piscina. En el caso de los bebés y niños pequeños, un adulto debe estar en el agua y a una corta distancia, proporcionando “supervisión de contacto”. Para los niños más grandes, un adulto debe prestar atención constante y sin distracciones, como hablar por teléfono, socializar, atender las tareas del hogar o beber alcohol. El adulto que supervisa debe saber nadar.